Se puede superar el duelo?

Es posible que hayas oído esta expresión de superar el duelo, de hecho está muy extendida e incluso algunas veces se vincula a un periodo de tiempo determinado bajo frases del estilo «no lo deberías haber superado ya?».

Es importante entender que tal vez estas frases, esta prisa por «superarlo» y estas ideas de presión temporal, provengan de la propia incapacidad que quien la dice tiene para gestionar el concepto de la muerte y tener una relación saludable (sí, se puede tener una relación saludable con la muerte). Pero aunque estos comentarios no estén hechos desde la voluntad de generar sufrimiento, sino que se hagan con las mejores intenciones, a veces añaden este sufrimiento y malestar.

Los duelos no se superan, se elaboran y se integran, y se aprende a vivir con la pérdida y a poder ser feliz a pesar de la pérdida, pero no se superan, y tenemos que mirar por tanto que esta idea de «superarlos» se sustituya.

En cuanto al marco temporal, se considera que un duelo natural, puede tardar entre 1 y 2 años en elaborarse, esto es así porque el primer año de la pérdida contiene todas las efemérides, y fechas que suponen hitos que hay que vivir y que puede que generen cierto malestar emocional. Es decir, que durante este primer año, encontramos una serie de fechas señaladas en las que la persona amada ya no está, como su primer aniversario, el santo, las vacaciones, la navidad, celebraciones varias, fechas importantes y finalmente el aniversario de su muerte. Todas estas fechas pueden suponer un aumento del malestar y del dolor que se va gestionando a lo largo de este primer año y que permite elaborar el duelo, y durante el segundo año se integra esta vivencia.

Durante este proceso se transita por distintas fases, podemos encontrar autores diversos, pero una de las distinciones mas extensas es la que os propongo a continuación.

  • Negación
  • Confusión
  • Ira i ràbia
  • Dolor i culpa
  • Tristeza
  • Aceptación
  • Reestablecimiento o aprendizaje

Estas fases si bien a nivel teórico están bien delimitadas en la realidad no se presentan en orden ni de manera secuencial, sino que experimentamos periodos donde una de estas emociones es la más predominante, pero no la única, y que se pueden ir alternando, y esto es parte del proceso normal.

Tienes que pensar que si estás en duelo, tu cerebro está haciendo un esfuerzo titánico para entender que la realidad ha cambiado hacia una versión de la realidad que le gusta menos, y que además está el dolor por la certeza de no volver ver un ser querido, es decir que las herramientas que habitualmente utilizamos para el control de las emociones no están disponibles precisamente por la magnitud de las emociones (hablamos a veces del secuestro emocional). Por eso es tan importante que durante este periodo haya un entorno que deje espacio para estas emociones y las acepte y las tolere sin juzgar.

En caso que el duelo se extienda mas de 1 o 2 años en el tiempo, nos encontraríamos delante de lo que llamamos un duelo patológico, es decir, que después de la muerte de la persona querita, a lo largo de estos 2 años la persona no ha podido integar la pérdida y sigue teniendo dificultades considerables en su vida diaria.

Hay que tener en cuenta que hay determinadas muertes que pueden conducir a un duelo patológico con más facilidad. Algunas de estas son muertes inesperadas, muerte después de enfermedades de larga duración, muertes por suicidio, muerte de la pareja, muerte de un hijo / a. En estas casos menudo es recomendable buscar acompañamiento para la elaboración del duelo mucho antes de que el duelo sea considerado patológico.

Ante un suceso de tal magnitud como la muerte de un ser querido, es mas importante que nunca, que nos cuidemos, o que por lo menos nos dejemos cuidar.

Cuidemonos.