I tu, ¿de telepatía qué tal vas?
Después de la encuesta en redes uno de los temas que más pedisteis fue el de los problemas de pareja. Obviamente problemas de pareja los hay de diversa índole, pero uno de los más extendidos y que es a menudo fuente de conflicto es el de la telepatía.
Es bien sabido que los humanos no tenemos telepatía, o al menos no que se haya podido documentar de manera científica, pero por alguna extraña razón, cuando nos encontramos en pareja, se instaura a menudo la creencia, que la otra persona, si me quiere lo suficiente, ya será capaz de ver lo que me pasa, cómo me siento, lo que quiero, lo que necesito, etc. Y por eso en ocasiones aunque no comunicamos todas estas informaciones, nos enfadamos si el otro no las tiene en cuenta y/o no responde a ellas, y a menudo además, de nuevo, este enfado también lo dejamos en manos de la telepatía, porque en lugar de comunicarlo de forma clara, por ejemplo guardamos silencio.
Es posible que me estés leyendo y enseguida has pensado en alguna situación concreta que has vivido en donde te has comportado así o ha sido tu pareja quien se ha comportado así.
La fantasía de la telepatía, es pues uno más de los mitos del amor romántico que sabemos que contribuyen a dificultar las relaciones de pareja sanas, y que por tanto debemos tratar de desmontar de manera consciente.
¿Cómo podemos hacerlo?
Al tratarse de una creencia que tenemos muy arraigada y funciona de forma inconsciente, el primer paso siempre es aprender a identificar en qué ocasiones estamos funcionando según la creencia de la telepatía.
Darnos cuenta por ejemplo si algo nos molesta, prestar atención al lenguaje no verbal (tanto el propio como el de la pareja).
Una vez que hemos detectado que ha entrado en juego ponerlo, de manifiesto y compartirlo. Reflexionar conjuntamente qué aspectos concretos estábamos dejando en manos de la telepatía, y verbalizarlos de forma explícita. Poner nombre a las situaciones y emociones.
Es importante que mantengamos esta conversación mirándonos de cara, y dándonos las manos, esto ayuda a sentir al otro más cercano y a percibir sus expresiones faciales y lenguaje no verbal, hecho que sabemos que influye positivamente en que moderamos el qué decimos y cómo lo decimos.
Si que es cierto que al cabo de los años, y cuando más se conoce a la pareja, en algunas ocasiones nos podemos anticipar o podemos deducir cómo se siente o lo que piensa, pero aún así, al ser fruto de la experiencia y aprendizaje es importante que contrastemos la información.
Una vez finalizada la conversación, puesto que estamos en esta posición conjuntamente y dándonos las manos, podemos aprovechar para decir en voz alta 3 cosas por las que cada uno se siente agradecido.
Al principio puede parecer difícil, pero una vez lo vamos poniendo en práctica y cada vez más sustituimos la fantasía de la telepatía por una buena comunicación, la relación se ve favorecida, mejora, nos sentimos más seguros y contentos, y se fortalece .
También cuando estamos en pareja, ¡cuidémonos!